A
veces cierro los ojos y todo se vuelve rojo,
como el color de tu camiseta preferida o el de la vitro encendida. Te pedí que
me dejases vivir entre tu espalda y la pared, pero sólo me dejaste rebañar los
posos del café. Es demasiado difícil vivir sin que me hagas la zancadilla.
Abandonaste tu papel de protagonista en los dulces
sueños con eróticos resultados, ahora actúas en mis pesadillas. Único pase
a las 00:00, entradas vendidas. Todos los pasajeros del tren de las ocho tienen
tu rostro, sus reflejos en el cristal me sonríen con colmillos de lobo. Te olvidaste
la daga en mi espalda, además del cepillo de dientes y los CD’s de baladas. Las mariposas de mi estómago
ahora son arañas. No me queda nada, se perdió todo en la mudanza, y siempre es
noche de tormenta al otro lado de mi ventana.
‘Ábrelos’.
Todo es oscuro.
Todo es oscuro.
Amor, se te olvidó quitarme la venda de los ojos.
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