No importa si has dormido poco o
mucho,
los espejos de hotel nunca perdonan
y son como animales de montaña
que no aceptan el trato de los hombres.
los espejos de hotel nunca perdonan
y son como animales de montaña
que no aceptan el trato de los hombres.
La luz de los espejos familiares
se apiada de nosotros, sin embargo
nos ayuda a fingir, y por afecto
o por costumbre llega a perdonarnos.
se apiada de nosotros, sin embargo
nos ayuda a fingir, y por afecto
o por costumbre llega a perdonarnos.
Yo sé que los espejos son el agua
estancada de un río que se mueve.
Y he visto cómo el sol que reverbera
puede ocultar el cieno de las sombras.
estancada de un río que se mueve.
Y he visto cómo el sol que reverbera
puede ocultar el cieno de las sombras.
Pero quien mira al fondo de sus
ojos
ve las grietas del tiempo, las arañas
de un pasado que surge de improviso
en mañanas de hotel y nos ofende.
ve las grietas del tiempo, las arañas
de un pasado que surge de improviso
en mañanas de hotel y nos ofende.
Para qué contestar. Cierra los
ojos,
porque no hay otra cosa que envejezca
peor que tu mirada.
porque no hay otra cosa que envejezca
peor que tu mirada.
Luis
García Montero,
Los espejos.
Los espejos.
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