Lo primero
que le llamó la atención fue su sedoso pelo en forma de caprichosos bucles
azabaches, con un olor a frutas que embriagaba a una distancia más que
prudente; por suerte, ella pudo aspirar su aroma en primera persona, piel con
piel, y aquello la volvió loca desde el principio. La siguiente estación fueron
sus ojos, pequeños aunque expresivos y de un tono verdoso al sol, aunque ella
sólo pudo observarlos con luz artificial. Pero la dueña de esos faros luminosos
le apartaba la mirada, la rehuía dejando caer sus párpados, pero ella no se
rendía y siguió extasiándose con su presencia.
Se enamoró
perdidamente de sus finos labios, intentó besarlos pero rápidamente la mujer le
negó el acceso a ellos. ¿Timidez? Poco probable, pues sí dejó que siguiera descendiendo
y recreándose en su cuerpo pese a tener vetados los besos. Devoró la piel de su
cuello recreando un fino y húmedo camino tras de sí; no le bastaba, quería más
y pronto sus senos llamaron la atención de ella, tan jóvenes y esbeltos como su
compañera. Aquello debería estar prohibido.
Su ombligo
parecía ser el centro de su universo más íntimo y durante un tiempo se asentó
allí, cual hogar alquilado a cambio de dulces caricias para la casera. Pronto
fue desahuciada y conducida a un lugar mejor: su sexo húmedo, deseoso de ella.
Parecía estar terminando, lo intuía, lo sentía…
Y todo fue
a peor. Lo que comenzó siendo un suave recorrido post coito por la esbelta
pierna, terminó siendo su exilio. Luchó por aferrarse a ella, a su pie aunque
fuese, pero la pequeña gota que se había enamorado de la mujer terminó por
resbalarse y caer con sus demás compañeras a la ducha. Su próxima y última
parada fue el desagüe.
Amo tu desnudez porque desnuda
me bebes con los poros,
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.
— Roque Dalton.
SIMPLEMENTE GENIAL!!!
ResponderEliminar@eimpar
Gracias por pasarte por mi blog y dejar tu huella por varios de mis relatos. A este en concreto le tengo especial cariño, así que me alegro de que te gustase y espero haberte engañado durante la lectura. Pásate por aquí cuando quieras, las visitas siempre son bien recibidas.
EliminarUn saludo. :)
Me paso a menudo y estoy deseoso de + escritos tuyos
Eliminar@eimpar
Ojalá una ducha en ambiente de gravedad cero para que esa gota no caiga nunca
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